Hay muchas situaciones que nos comprometen a adoptar comportamientos por el simple hecho de integrarnos a un grupo, sentirnos parte de o seguir lineamientos sociales y profesionales.
No nos damos cuenta desde cuando comenzamos a hacerlo, lo cierto es que generalmente esos comportamientos nos vuelven uno más del montón, lo queramos o no.
Muchas veces romper esos patrones tiene consecuencias, pero también pueden implicar enormes satisfacciones.
Hoy me acompaña una mujer que posó frente a mi lente hace poco, y me pareció la invitada perfecta para profundizar en la siguiente pregunta: ¿POR QUÉ ENCAJAR CUANDO PODEMOS SOBRESALIR?