Cuando los reyes y caudillos de los alrededores recibieron el mensaje de Menelao, estaban encantados, pues la guerra era su única ocupación, y se regocijaban con el estruendo de la batalla más que con ninguna otra cosa.
Empezaron a reunir a sus soldados, a preparar sus armas y a tripular sus naves. Entonces invitaron a todo aquel que quisiera unírseles y fueron a Áulide, donde formaron un inmenso ejército.
👉 Y recuerda:
https://humanistasenlared.com/boletin/Fuente: «La historia de los griegos», de Hélène Adeline Guerber, disponible en
https://academialatin.com/cultura-griega/historia-griegos-guerber/