Jan 14, 2021
Liderazgo | 6. Equipos ganadores | Alberto Astorga
Cuando abordamos la estructura y composición de un equipo, siempre nos encontramos con que lo conforman personalidades de distinto tipo. Cada uno con sus manías, sus habilidades, su forma de ser y de socializar y con su estilo de comunicarse. Hay quienes colaboran y muestran una disposición productiva, pero hay otros que tras asistir a las reuniones y sumar su asentimiento al acuerdo tomado, inmediatamente se explayan en la crítica y en la disconformidad con lo se acordó y aceptó.
No es más cierto aquello de que ‘de todo hay en la viña del señor, uvas, pámpanos y agraz’, que dijera aquel predicador del rey Felipe IV, Fray Hortensio de Paramicino, en su ‘Sermón de la viña’.
Dirigir un equipo diverso supone un gran reto para todo aquel que tiene esa responsabilidad. Si en nuestra vida personal tendemos a relacionarnos con personas afines, con quienes compartimos sentido del humor, intereses y forma de ser o de actuar, en los equipos profesionales no tiene por qué ser así y es frecuente que suceda todo lo contrario.